Ussé, el castillo de la bella durmiente

Texto y fotos Diego Tirira
El castillo de Ussé es una antigua residencia real que se ubica junto a la pequeña población de Rigny-Ussé y próxima al río Indre, en el valle de Loira, a 280 kilómetros al suroeste de París, en Francia. Se trata de uno de los edificios monumentales que desde el año 2000 forma parte del Patrimonio de la Humanidad del Valle de Loira, un paisaje cultural único en su género y dentro del cual se incluyen pequeñas ciudades y pueblos históricos, además de grandes monumentos arquitectónicos (castillos y palacios) que son el resultado de la interacción entre sus habitantes y el medio físico durante el último milenio.
Los inicios del castillo se remontan al siglo XI, cuando Gelduin I, señor de Ussé, mandó a construir un edificio fortificado en un sitio estratégico del bosque de Chinón. A partir del siglo XV, el edificio cambió progresivamente, de ser una fortaleza militar para convertirse en un bello castillo. Durante este período, tuvo numerosos propietarios, entre duques, condes y otros nobles de la época, que lo reconstruyeron, agrandaron, mejoraron y modificaron en no pocas ocasiones.
Durante los casi 1000 años de vida, el castillo ha pasado de momentos de ruina económica a épocas de esplendor y opulencia, sin dejar de ser un testigo silencioso de la historia francesa. Durante este tiempo, ha vivido crisis políticas y ha sido parte de hechos históricos, como cuando en 1813 un grupo de nobles se reunieron en sus salones con el objetivo de restaurar la corona borbónica, que había sido depuesta durante la Revolución Francesa de 1789.
Las mayores refacciones en el castillo se llevaron a cabo entre los siglos XV y XVII, cuando tomó el aspecto que tiene en la actualidad y que lo ha convertido en una joya invaluable. Sus momentos de mayor esplendor los vivió entre los siglos XVII y XVIII. En 1885, la condesa de la Rochejaquelein heredó el castillo a su sobrino nieto, el conde de Blacas, cuyos descendientes son los propietarios en la actualidad.
La elegancia de su arquitectura, su raro y elaborado mobiliario y la perfección de sus jardines hacen de este edificio una pieza maestra del Renacimiento francés, aunque también presenta algunas adecuaciones de estilo gótico flamígero. Por este motivo, el edificio es considerado desde 1931 como un patrimonio del país.
Pero el castillo de Ussé no solo es reconocido por su valor arquitectónico y riqueza histórica. Según la tradición popular, se atribuye que sirvió de inspiración para que Charles Perrault (1628–1703) escribiera el cuento de La bella durmiente, sin lugar a dudas, una de las obras clásicas de la literatura infantil universal. De hecho, en la actualidad, el castillo de Ussé y la bella durmiente son dos elementos inseparables; por este motivo, en varias de sus salas se han adecuado algunas de las facetas del cuento, como el aposento en donde el príncipe despierta a la protagonista con un beso.
Otro escritor que se inspiró y escribió parte de su obra en el castillo de Ussé fue François-René de Chateaubriand (1768–1848), autor de la monumental obra “Memorias de Ultratumba”, escrita en 42 volúmenes. También se atribuye que, debido al pintoresco aspecto de este castillo, Walt Disney se inspiró en su aspecto para la creación de los palacios que aparecen en sus películas de dibujos animados.
El castillo de Ussé es uno de los más visitados en el valle del Loira. Se lo puede recorrer junto con la visita a otros de los sitios monumentales que forman parte del Patrimonio de la Humanidad del Valle de Loira. La visita no toma más de un par de horas, pero pueden extenderse en caso de que se desee tomar un descanso en sus bellos jardines. Una corta visita al contiguo pueblo de Rigny-Ussé también vale la pena.
Guía de viaje para ecuatorianos:
¿Cómo llegar?
La principal puerta de ingreso a Francia es el Aeropuerto Internacional Charles de Gaulle, uno de los más grandes y mejor conectados del mundo; desafortunadamente, no existen vuelos directos desde Ecuador. Las conexiones habituales desde Quito y Guayaquil se las realiza a través de Madrid o Ámsterdam, que tienen vuelos sin escala. Otra conexión habitual es a través de Miami o Nueva York. El aeropuerto Charles de Gaulle se encuentra próximo a París, desde donde se puede llegar hasta Ussé en vehículo propio (poco más de tres horas). Si no se dispone de vehículo, se debe tomar un tren de alta velocidad (TGV) hasta la ciudad de Tours (una hora), en donde se debe esperar alguno de los poco frecuentes autobuses o tomar un taxi (de 30 a 40 minutos de viaje).
¿Cuánto cuesta?
Francia es un destino costoso. Se debe presupuestar como bajo entre USD 50 y 100 diarios por persona, aunque todo dependerá del nivel de confort que se busque, pues sin problema se puede superar largamente este valor. Una forma de ahorrar dinero en Francia es evitar el uso de taxis y reducir el número de comidas en restaurantes. Si se viaja en grupo, una buena opción es alquilar casas o departamentos, a menudo más confortables y económicos que hoteles de similares características. La visita al castillo cuesta unos USD 15 para adultos y menos de USD 5 para niños de 8 a 16 años; niños menores a 8 años ingresan gratis.
¿Cuándo ir?
El castillo está abierto al público entre mediados de febrero y mediados de noviembre. Se recomienda visitarlo en la época de verano. Para más información véase el sitio oficial: https://www.chateaudusse.fr/
Visado
Francia se encuentra dentro de la zona Schengen; por lo tanto, de momento los ecuatorianos requerimos de un visado, el cual se debe obtener antes de iniciar el viaje.