Begoña Salas, arte en cuadernos escolares y en telones de teatro

Por Gabriela Soledad Basante* / Fotografía: Omar Arregui y Santie Troppili
Bego es expresionista: sus ojos grandes, sus colores fuertes, y esa confesión de sentimientos plasmados en su obra pueden ser hallados en muchos soportes. A esta joven artista se la puede encontrar en tapas de discos, cerámica, prendas de vestir, murales. Un día la vi en un cuaderno y al día siguiente en el telón de una ópera. Ella afirma que los formatos para expresarse como artista son infinitos, que existen mil formas de llegar al público, pero que no son los medios lo que importan, sino los contenidos. “Un artista debe seguir aprendiendo por siempre y en lo personal siempre estoy en busca de herramientas para que la creación se pueda manifestar de distintas formas”.
Aunque domina varias técnicas dice que prefiere el óleo porque le ha enseñado a tener paciencia, a experimentar, a evolucionar. Defiende que cada técnica tiene su encanto, características y una naturaleza distinta, pero está consciente de que sus obras en óleo son las más íntimas y personales. Es una conexión cercana que disfruta.
Los colores, la expresión y el contenido son lo más importante en su obra: “Mientras más nos conozcamos aprenderemos a ser más honestos, que los errores que vemos o ven en nosotros son algo particular y que en lugar de eliminarlos es importante que los apreciemos, puliéndolos y llevándolos a su máximo esplendor”. Begoña piensa que las rarezas permiten que el estilo del artista se manifieste.
También me habla de la curiosidad en el proceso creativo. “La inspiración no es más que estar despierto y con ganas de compartir lo que pensamos”. Darle tiempo a pensar, leer e investigar sobre el tema de interés hace que luego éste surja en forma de texto, dibujo o pintura. La música es su compañera en el taller de trabajo: “Al momento de crear para mí es importante sentir energía, y la música es tan noble que logra llevarme a ese estado”.
Bego sueña con conmover, que sus obras logren conectarse, que las recuerden y que marquen un antes y un después. “Que lo que pienso se haga eco en sus memorias y que de alguna forma la sociedad halle en el arte la sensibilidad de encontrarse a sí misma”.
Sobre este proceso de compartir que ella busca generar, añade que todos somos capaces de entregar y enseñar lo que nos ha costado aprender. Que dibujar o pintar es como aprender un idioma más. Le gusta dar clases y sostiene que los niños no deben dejar de dibujar ya que todos tenemos esa conexión innata con el dibujo y que parte de crecer es jugar.
Bien lo dice ella que empezó en su oficio como una “atracción natural” desde los 4 años. A los 7 vino a vivir en Ecuador. Su país natal es Colombia y sobre esto aclara: “Aunque mi sangre no sea de aquí, mi aire lo es.” Con esto se refiere a la fuerte influencia que la cultura y las tradiciones ecuatorianas han tenido en su formación”.
Algunos de los trabajos de Begoña Salas han ambientado obras de teatro y amenizado nuestro paisaje urbano. Incluso es probable que hayas conocido ya a Bego, en forma de arte, y no lo hayas notado. Aquí una breve lista de algunos:
- Arte para el Boulevard de las Naciones Unidas, Proyecto con Trident y Crisfe (2013)
- Diseño y arte para producción musical Magikanda e Ignacio Gómez Prats (2013)
- Pintura de Murales para CATS ecuador la Floresta, Mariscal, Cumbayá (2013-2014)
- Pintura escénica: pintura de telones e indumentaria, Teatro Sucre Ópera FAUST (2013)
- Pintura escénica: pintura de telones y escenografía, Teatro sucre Óper a LARONDINE de Puccini (2014)
- Pintura de murales para Chipote Chillón La Floresta (2014)
Pero Begeño no para, sigue con su ímpetu creativo y ya trabaja en su próxima propuesta. “Mi nueva expo se va a llamar Psique, se trata sobre los estados de la mente son óleos sobre lienzo y serán al rededor de 30 Obras inéditas, en unos meses será exhibida en Quito y en otras ciudades el año siguiente”.
Con dulzura, Bego me regala respuestas pero, como pie para continuar el dialogo, también me comparte algunas de sus preguntas. Nos cuestionamos sobre la importancia del arte en el día a día, sobre el consumo de música, cine y literatura. “¿Por qué si el arte nos despierta y nos cuestiona para encontrar respuestas y ser mejores personas, las galerías, los teatros, los museos están vacíos? Me gustaría que el arte vuelva a ser reconocido por su significado, que sea apreciado por su contenido y que se reconozca a los artistas por todo lo que implica serlo”.
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