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El guión más perverso de Hollywood… y no es ficción

El escenario. Una ciudad plagada de “estrellas”, de lujos, de excesos, de culto al cuerpo, de arte, de talento… de poder.

Los protagonistas (actores, productores, directores). Por un lado, los villanos: Bill Cosby, Woody Allen, Roman Polansky, Kevin Spacey, Dustin Hoffman, Brett Ratner, James Toback, Stephen Collins, Harvey Weinstein, Louis C.K., Charlie Sheen…

Por el otro, las víctimas y los denunciantes: Elijah Wood, Cara de Levigne, James Van der Beek, Gwyneth Paltrow, Anthony Rapp, Terry Crews, Corey Feldman, Angelina Jolie, Ashley Judd, Mira Sorvino… por mencionar algunos.

La trama. Un secreto a voces: violaciones, abusos sexuales y abuso de poder, propuestas indecentes, pedofilia…

Hay quienes dicen que el origen de este mal generalizado en la ‘meca del cine’ son las fiestas del actor de cine mudo, Fatty Arbuckle. Sus reuniones eran las más comentadas a principios del siglo XX. Se habla de que para entrar, se debía pasar por un riguroso chequeo sexual.

Ese es el primer registro, pero nadie sabe desde cuándo sucede; lo que sí es seguro es que estas aberrantes prácticas no han parado y se convirtieron en una especie de tradición malsana por parte de los poderosos de la industria hacia quienes buscan el “estrellato”, convirtiéndose en una espiral que al parecer no tiene fin.

En tiempos más modernos, uno de los escándalos de la década de 1970 involucró al cineasta Roman Polanski, quien fue acusado por Samantha Geimer de haberla violado, lo que le impidió al director de ‘El Pianista’ o ‘Chinatown’ regresar a los Estados Unidos. Tres mujeres más también lo han apuntado como su abusador.

Otro caso es el de Stephen Collins, el reverendo de la popular serie de los 90 ‘El séptimo cielo’. Luego de varias acusaciones, no tuvo más que aceptar que había abusado de varias menores de edad.

Aunque estos escándalos fueron una bomba en su momento y se han mantenido en la retina del mundo, siempre fueron opacados por las luces, los estrenos y el despampanante estilo de vida hollywoodense.

Esto sucede, pese a que las denuncias no han parado. Estrellas de la talla de Elijah Wood (‘El Señor de los Anillos’) han decidido dejar de lado el miedo y -aunque no sufrió los abusos en carne propia- denunciar que “los pedófilos están siendo protegidos por figuras poderosas de la industria del cine”. Él aseguró al Sunday Times que se libró de los abusos durante su crecimiento en el medio, porque su madre no le dejaba ir a ninguna fiesta.

Agregó que “el abuso continúa, porque las víctimas no pueden hablar tan fuerte como la gente poderosa” y que lo que está “claro es que sucede algo grande en Hollywood y todo está organizado”.

‘Gremlins’, ‘Los Goonies’ y ‘Cuenta conmigo’ son películas que fueron un éxito en la década de los 80 y fueron protagonizadas por Corey Feldman, un ex niño actor que dejó los reflectores por la estructura de abusos que hoy se dedica a denunciar. Ha contado que en su adolescencia, varios hombres lo “rondaron como buitres” y acusó a este entramado de pedofilia de la muerte de su compañero en la serie ‘The Lost Boys’, Coreim Haim. Dijo que la adicción a las drogas de su amigo era una reacción al abuso que experimentó.

El fallecido Haim, según sus amigos, fue abusado cuando era adolescente por el polémico Charlie Sheen (‘Two and a Half Man’, ‘Platoon’). Esta acusación se suma a la ya complicada situación de Sheen, quien hace no mucho anunció que padecía de VIH. Pese a la fuerte denuncia, el actor ha rechazado haber mantenido relaciones con el joven actor mientras filmaban la película ‘Lucas’, tal como aseguran los relatos que hasta hoy salen a la luz.

Feldman, por su parte, se ha trazado una clara meta: “derribar a los pedófilos de la industria”.

Ahora, tres casos que, aunque sucedieron hace algunos años, salieron a la luz y han movido los cimientos de la industria, puesto que los involucrados forman parte del grupo de más selectas estrellas -cuyos rostros son conocidos en cada parte de la tierra- y han provocado el repudio del mundo, con la esperanza de que se busque la raíz de esta perversidad y se la corte.

Kevin Spacey (‘American Beauty’, ‘House of Cards’) fue acusado por el actor Anthony Rapp de haberlo agredido sexualmente en 1986, cuando tenía 14 años.

Spacey se disculpó por un hecho que dijo no recordar. Sin embargo, esa acusación abrió la puerta para que más denuncias se hicieran públicas en su contra. El intérprete mexicano Roberto Cavazos también dijo que tuvo un par de encuentros desagradables con el famoso artista; y otro actor, desde el anonimato, agregó que la estrella intentó violarlo cuando tenía 14 años.

Además, 8 miembros del equipo de producción de la serie ‘House of Cards’ denunciaron un comportamiento depredador del actor de 58 años. Uno de ellos lo señala por agresión y acoso sexual.

El protagonista de ‘Kramer vs. Kramer’ y ‘Rain Man’ no ha escapado a las denuncias. La escritora Anna Graham reveló que el actor la manoseó cuando tenía 17 años; y la productora Wendy Riss Gatsiounis lo acusa de agresión sexual en 1991. Dustin Hoffman se disculpó con Graham y dijo no recordar el hecho. No se ha abierto ninguna investigación al respecto.

El cómico Louis C.K. hizo público el 11 de noviembre un comunicado en el que admitió que los relatos sobre su inapropiada conducta sexual, hecho por 5 mujeres, son verdad, y expresó su remordimiento por lo sucedido. Las expresiones de Louis C.K. llegaron un día después de que el New York Times publicara los testimonios de 5 actrices que describieron sus encuentros con el comediante, quien se masturbaba en frente de ellas.

El más escandaloso de estos casos es el del famoso productor Harvey Weinstein, cofundador de la productora Miramax y The Weinstein Company, y uno de los artífices de éxitos cinematográficos  como ‘Shakespeare in Love’, ‘Pandillas de Nueva York’, ‘Nine’, ‘Kill Bill’… ha sido acusado por al menos 25 mujeres de abusos, violaciones o intentos de agresiones sexuales que van desde la década de 1980 hasta la actualidad.

Cara de Levigne, Gwyneth Paltrow, Angelina Jolie, Mira Sorvino, Kate Beckinsale son parte de ese grupo de actrices que destaparon el modus operandi de uno de los hombres más poderosos e influyentes de Hollywood. Casi todos los testimonios coinciden en que las convocaba a habitaciones de hotel, con la excusa de enseñarles algún guion o hablar de su carrera en la industria. Sin embargo, una vez que llegaban -dicen- les hacía pasar y se duchaba mientras ellas estaban en el lugar y les hacía propuestas sexuales o las obligaba a cometer alguna. Caso contrario les daba a entender que sus carreras no despegarían.

Algunas cayeron en sus tentáculos, otras lograron escapar.

Una de las denuncias más fuertes es la de Lucía Evans, quien en 2004 se llamaba Lucía Stoller, una estudiante universitaria y aspirante a actriz. Fue abordada por Weinstein en un club de Nueva York y acepta una invitación para reunirse con una directora de casting de Miramax. Sin embargo, cuando llega, se encuentra sola con el productor y éste la “obliga a tener sexo oral” -según denuncia la mujer-. Además, Weinstein comenzó a llamarla en las madrugadas. Todo eso le provocó problemas alimenticios y personales, que incluso la llevaron a considerar el suicidio.

Otro escandaloso caso fue el de la actriz Rose McGowan, quien en 1997, cuando tenía 23 años, llegó a un acuerdo legal con Weinstein, tras un encuentro en una habitación de hotel durante el festival de Cine de Sundance, según un documento judicial revisado por el New York Times. Recientemente, luego de que las primeras denuncias impulsaran la valentía de quienes sufrieron a causa de este sujeto, McGowin escribió en su cuenta de Twitter: “HW me violó” y más tarde confirmó que se refería a Harvey Weinstein.

Actualmente, algunas diligencias legales se ventilan en las cortes estadounidenses y el productor ha recibido el rechazo de gran parte de la industria del cine: ha sido expulsado del Sindicato de Productores de Estados Unidos, de la Academia de TV o de los Premios Emmy.

Sin embargo, una de las reacciones que causó más indignación fue la del actor y director Woody Allen, pues expresó cierto grado de comprensión con Weinstein. Pero, luego de que los usuarios de redes sociales le recordaran que él también estuvo envuelto en un escándalo sexual, en el que su hija adoptiva con Mia Farrow denunció que había sido abusada por su él cuando ella tenía 7 años; Allen matizó sus declaraciones y condenó explícitamente al productor.

Otra denuncia que sacudió fuertemente al mundo del espectáculo (aunque no es tan reciente) son las 50 mujeres que acusaron a Bill Cosby de haber abusado sexualmente de ellas. Las denunciantes cuentan casos que habrían ocurrido desde la década de los 60´ en adelante e incluyen historias en las que el actor sedaba a sus presuntas víctimas. Aunque este sea uno de los casos más mediáticos y se ventila en las cortes, el actor no ha sido expulsado de ningún círculo hollywoodense.

Las historias son muchas, casi interminables, y los detalles son escalofriantes; pero lo peor es que siguen pasando y siguen siendo un secreto a voces, que es –al parecer- protegido por el mismo sistema de la industria, porque ya sabe lo que sucede y prefiere ocultarlo tras los reflectores.

Este guión narra historias diferentes, entrelazadas por un mismo objetivo: la fama y todo lo que ésta conlleva. Así se desarrolla la historia más perversa de Hollywood, a la espera y con la esperanza de que alguien escriba su final.

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