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“La relación personal entre González y Correa fue el cordón umbilical que unía a Avanza con AP”

Por Reinaldo Endara / Fotos Alcaldía de Ibarra

En febrero del 2014, los ecuatorianos acudimos a las urnas para elegir prefectos, alcaldes y concejales. El movimiento de gobierno, Alianza PAIS, nuevamente se llevó la mayor cantidad de dignidades; sin embargo, una naciente organización política sorprendió al conseguir 34 alcaldías y una prefectura. Se trataba de Avanza, un movimiento afín al gobierno de Rafael Correa, formado y liderado por Ramiro González, quien en ese entonces se desempeñaba como ministro de Industrias.

Pasaron un par de años y esa suerte de luna de miel o de buena relación entre movimientos terminaba, con la ruptura entre Correa y el líder de Avanza. Acto seguido, como suele pasar en estos casos, parte de la organización dirigida por González se convirtió en oposición al oficialismo.

Las nuevas elecciones llegaron en febrero de este año y Avanza lanzó sus candidatos nacionales y provinciales para la Asamblea, pero los resultados fueron negativos: no consiguieron ninguna curul. A eso le siguió una casi imperceptible presencia del movimiento en la escena política, hasta que en agosto, el allanamiento de las propiedades de su líder saltó a los titulares. A González se lo vinculó con una investigación por enriquecimiento ilícito y desde ahí se desconoce su paradero; y parecía que junto con él, Avanza también desaparecía.

Sin embargo, el último fin de semana, en Ibarra se llevó a cabo la elección de la nueva directiva nacional, que no tuvo mayor eco en el país, pero que es una muestra de que la organización -aunque con muchos altibajos (más bajos que altos en los últimos meses)- no se da por vencida.

Se presentó una sola lista y los resultados fueron favorables. Con un 97% de aceptación, se designó al actual alcalde de la “Ciudad Blanca”, Álvaro Castillo, como el nuevo presidente nacional del movimiento.

La Caja Negra dialogó con él para conocer cuál es su lectura de lo ocurrido con el movimiento, la situación que atraviesan y cuáles son las estrategias que se plantean para convertirlo de nuevo en una opción electoral para los ecuatorianos.

En las elecciones del 2014, Avanza se posicionó como la segunda fuerza política del país, pero este año sufrió un revés: no consiguió ninguna de las dignidades electorales que buscaba. ¿Cómo afectó eso al movimiento y qué reflexión les dejó?

Creo que luego de haber obtenido 36 alcaldías, una prefectura y cinco asambleístas en las elecciones de 2014, el partido entró en una recesión, en un conformismo. Me parece que la directiva nacional soltó un poco el acelerador y se confió. Además –a criterio personal- me parece que el rompimiento brusco entre el expresidente del movimiento, Ramiro González, y el gobierno, provocó y fue una de las principales razones para que se dé ese revés en 2017.

Ahora estamos con todas las ganas de recomponerlo y para ello contamos con directivas en 18 de las 24 provincias del país. Se nos han ido algunos elementos que considerábamos valiosos, pero apenas se dio un problema se fueron. Eso ya no importa, porque vamos a seguir trabajando.

¿Cómo influyó en ese revés electoral el rompimiento de Ramiro González con el gobierno del expresidente Rafael Correa y el movimiento Alianza PAIS?

Creo que Ramiro, luego de haber trabajado varios años muy cerca del expresidente Correa, no debió haber roto relaciones de esa manera. Siempre se deben guardar lealtades y si es que existen criterios diferentes se los debe exponer a su tiempo.

Y claro, con el control que tenía el exmandatario, con el poder que le otorgaba el ser Presidente, no fue difícil que Ramiro saliera perdiendo en esa batalla; y eso seguramente le afectó en su condición de presidente de Avanza y también influyó en que -quienes estaban en la directiva nacional- perdieran el norte de hacia dónde dirigir el partido. Y las consecuencias fueron esas: no haber obtenido ni un solo asambleísta en las elecciones de este año.

Hay que aclarar que esa relación entre González y Correa no significó un apoyo de Avanza hacia Alianza PAIS, porque era un acuerdo de tipo personal del expresidente del movimiento con el líder del movimiento de Gobierno.

Otro golpe que recibieron este año fue la vinculación de su fundador y líder, Ramiro González, a un proceso por enriquecimiento ilícito. Además, él está prófugo. ¿Cómo reaccionaron los cuadros de Avanza y qué consecuencias trajo al movimiento?

Lo que se ha escuchado es un tema por enriquecimiento ilícito privado, que nada tiene que ver con fondos públicos. Más allá de eso, como hemos dicho siempre, cada quien debe responder por sus obligaciones y por lo que le corresponda, de acuerdo a su grado de responsabilidad, si la hubiera. No sabemos realmente cómo está el tema, no hemos tenido ningún contacto con Ramiro y esperamos que la justicia actúe de manera equilibrada, firme y vertical y ojalá Ramiro pueda salir bien librado, es un amigo de hace muchos años.

Más allá de eso, esto significó que deje la dirección nacional del partido y que nosotros tomemos la posta, porque no podíamos seguir esperando el desenlace de la justicia, porque esos trámites se demoran y mientras tanto no podíamos permitir que el partido se desintegrara. Así que vamos a luchar con todo hacia adelante.

¿Y en los cuadros o en las bases del movimiento existieron repercusiones ante lo acontecido con González y a los resultados de las elecciones de este año?

Los temas están dados. No tenemos asambleístas, pero sí una fuerte cantidad de alcaldes, que en un principio fueron tentados por el partido de gobierno de aquella época, pero hace poco acabo de salir del Palacio de Carondelet, luego de una reunión de 187 alcaldes con el presidente Lenín Moreno, y hemos conversado con muchos de los alcaldes que son de Avanza y que estuvieron alejados, porque el partido no respondía a las expectativas. Luego de conversar con ellos, estoy seguro de que no será difícil que vuelvan a las filas para poder armar cuadros muy poderosos para el 2019.

Recién se eligió una nueva directiva nacional y usted es ahora el nuevo Presidente Nacional de Avanza. ¿Cuál es el objetivo del movimiento?

Es un partido político que apenas tiene cinco años y ha conseguido importantes éxitos, entonces no podemos dejarlo de lado y que se pierda lo logrado. Es un movimiento con una ideología social de centro-izquierda, en la que consideramos que el Estado solo debe ser regulador y no meter las manos en todo; y que el sector privado puede funcionar como motor -con el que se puede alimentar, poner gasolina y lubricantes- para que siga produciendo por el país.

Entramos con más fuerza para ayudar también en el tema político del país: tender puentes, bajar tonos y participar en muchas cosas, ahora que el presidente Moreno llama a sentarse a dialogar, aunque estemos en orillas separadas. Para eso son los puentes, para trabajar por el país.

¿Por qué se presentó una sola lista para elegir a la nueva directiva nacional?

El hecho de tener una lista única es para evitar lo que ha sucedido en otras organizaciones políticas, en las que han quedado resentimientos por una lista que gana y otra que pierde. Este trabajo se hizo desde hace dos meses y con directivos de todas las provincias. La votación resultó extraordinaria, con un 97% de aceptación y solo un 3% de nulos y blancos.

¿Cuál es la estrategia que se han planteado para convertirse de nuevo en una opción electoral para la gente?

Rearmar algunas cosas que se desmontaron, recuperar gente que se ha ido, porque el partido no fue incluyente en un determinado momento; recorrer los cantones, las parroquias, las provincias y contarle a la gente que la tendencia del país no puede ir ni por la ultraderecha ni la ultraizquierda, tiene que ir por el centro y hacia la izquierda, entendiendo a la izquierda como la justicia social.

Ecuador vive una coyuntura política complicada. ¿Cómo cuadra Avanza en esa coyuntura?

Apoyaremos lo que el gobierno nos proponga, siempre y cuando sea beneficioso para la ciudadanía. La ventaja es que tendremos el derecho de opinar y ser escuchados, desde una estructura formal del movimiento. De hecho, cuatro de las siete preguntas de la consulta popular corresponden a sugerencias que presentó Avanza hace algún tiempo. Entonces concordamos en el punto de trabajar con todos y todas, ciudadanos y ciudadanas y las organizaciones políticas por el bien del país.

Van a repetir la estrategia que utilizaron cuando nació el movimiento, de ser aliados o muy cercanos al gobierno de turno…

Recalco que nunca existió una alianza entre Avanza y Alianza PAIS. La relación personal entre Ramiro González y el expresidente Correa fue el cordón umbilical que nos unía, nada de alianzas. Más bien Avanza puso sus candidatos y logró sendas victorias en contra del partido de gobierno, de Alianza PAIS.

Ahora veremos si hay que apoyar cosas positivas, lo haremos; y si vemos que hay cosas que no son muy positivas, pues lo analizaremos y en función de nuestro criterio tomaremos la decisión que corresponda.

¿Entonces van a marcar su propia línea?

La social-democracia, la centro-izquierda, tiene su línea marcada y no tendremos problema en constituirnos y seguir adelante.

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