
Realizado por Camila Pérez*
Isabela Chávez -21 años- inició siendo vegetariana por razones éticas y posteriormente hizo la transición al veganimos porque se dio cuenta que era “incoherente seguir consumiendo productos que igual explotan a los animales”. En Ecuador, sostiene Isabela, es muy fácil llevar una dieta a base de plantas porque “la variedad de granos, hortalizas, verduras, es enorme y son muy baratas comparadas con otros países. Tenemos una diversidad impresionante y la tierra es increíble. Además, aquí es más fácil conseguir productos que no sean trangénicos y que no contengan agrotóxicos”.
La decisión de Isabela de volverse vegetariana, sin embargo, no pasa solo por considerar esta forma de alimentación la más saludable, sino que representa una posición ideológica también. Ella se identifica con lo que se conoce como veganismo interseccional, el cual busca combatir los efectos de las diferentes formas de discriminación como el racismo, el sexismo y el clasismo, ya que éstas se combinan, se superponen o se cruzan, especialmente en individuos o grupos marginados.
Isabela Chávez – sobre el activismo
Isabela Chávez – sobre su proceso hacia el veganismo
Para entender mejor, entonces, por qué varias personas se acercan y convierten al veganismo por razones conceptuales, hay que repasar la historia de este movimiento.
El inglés Donald Watson inició el movimiento en el año 1944, de acuerdo a Vegan Society. Watson tenía una particularidad: no era un vegetariano común; él, aparte de no comer carne, tampoco consumía lácteos. Un día Watson decidió convocar a cinco personas que llevaban dietas similares a la suya y notaron que compartían una visión similar con respecto al consumo de productos de proveniencia animal. En aquel momento decidieron que necesitarían un término especial para diferenciarse de los vegetarianos. Decidieron llamarse “veganos”. Watson explicó que conservaron las primeras y últimas letras de “vegetarianos”, porque este movimiento marcaría “el principio y fin de vegetariano”.
Un año después, crearon una organización llamada The Vegan Society, misma que ha perdurado en el tiempo y actualmente es una de las entidades más reconocidas dentro del veganismo.
Aunque la palabra vegano fue establecida en 1944, no fue hasta 1949 que ésta adquirió un significado. Uno de los fundadores de The Vegan Society, llamado Leslie J. Cross, propuso que veganismo se entienda como “el principio de emancipación, de los animales, de la explotación por parte del hombre”.
En los años consecutivos el veganismo se desarrolló lentamente. En 1960 este se expandió hacia los Estados Unidos, donde Jay y Freya Dinshah fundaron American Vegan Society. Esta pareja es considerada el padre y la madre del movimiento en aquel país.
El concepto de veganismo evolucionó a lo largo de los años y fue en el año 1988 que obtuvo su significado definitivo el cual dice que el veganismo es “una filosofía y una manera de vivir que busca excluir- en medida de lo posible y practicable- todas las formas de explotación de, y crueldad a, animales para comida, vestimenta, o cualquier otro propósito; y por extensión, promueve el desarrollo y uso de alternativas libre de animales para el beneficio de los humanos, de los animales y del medio ambiente. En términos dietéticos, denota la práctica de prescindir de todos los productos derivados total o parcialmente de animales”.
A partir del año 1988, el movimiento vegano sufrió un estancamiento evolutivo. No existe información de este estilo de vida hasta el año 2011, cuando el boom del veganismo empezó a surgir.
El boom del veganismo
Aunque el movimiento se origino en los 40´s, el veganismo tuvo un estancamiento evolutivo desde finales de 1980 hasta el 2011, es por eso que muchas de las generaciones que comprenden este periodo de tiempo no están al tanto de este estilo de vida. De acuerdo al diario británico The Independent, el boom del veganismo inició gracias a los productos audiovisuales y las redes sociales. En el 2011 se entrenó el documental Vegucated, el cual explora la vida de 3 neoyorquinos que dejan su dieta basada en comida rápida y la reemplazan por una a base de plantas. Este documental recibió mucho apoyo y a la vez gran cantidad de crítica por parte del público, pero lo importante es que visibilizó a un movimiento que había quedado en pausa por bastante tiempo.
Además de esta producción cinematográfica, las redes sociales influenciaron exponencialmente el crecimiento del veganismo, especialmente Instagram. Con el crecimiento de la aplicación, la tendencia de la dieta vegana comenzó a adquirir revuelo. De acuerdo al medio británico, los influencers en Instagram generaron una tendencia y exposición hacia este estilo de vida sin precedente. Lo cual influyó directamente en el crecimiento del veganismo.
El 2017 fue el año más exitoso para el veganismo, hasta el momento. En el Reino Unido, las personas redujeron el consumo de carne en un 50%. Además, la demanda de productos veganos y vegetarianos aumentó en 987% y se estrenó la película Vegan 2017, la cual explora el creciente movimiento vegano.
Natalie Portman
Natalie Portman
Fue vegetariana desde los 9 años. En el 2011, después de leer “Eating Animals”, decidió seguir el veganismo. En el 2017, trabajó de narradora en el documental basado en el libro que le inspiró en seguir este estilo de vida.
Alicia Silverstone
Alicia Silverstone
La estrella del éxito de los noventas “Clueless”, ha mantenido una dieta vegana por más de 20 años. Es una activista por los derechos de los animales y escribió un libro sobre salud, recetas y salvar al planeta llamado The Kind Life.
Woody Harrelson
Woody Harrelson
Decidió seguir una dieta vegana principalmente por los niveles energéticos que esta le brindaba. En una entrevista mencionó que la mayoría de sus comidas son crudas, porque cuando las cocina siente que su energía decae.
En Ecuador
La protección animal fue el foco principal del veganismo en sus inicios. En la primera carta emitida por Donald Watson, él menciona que las civilizaciones actuales han sido construidas a base de la explotación de los animales, tal y como las civilizaciones pasadas fueron construidas a base de los esclavos.
Vinculado a esta ideología está el concepto de especismo. Este término fue acuñado por Richard D. Ryder, en 1970. Ryder notó que en esa época existían varias luchas sociales para combatir el sexismo, el racismo y el clasismo. Sin embargo, se dio cuenta que nadie estaba prestando atención a las criaturas que no eran humanas. Es por eso que se le vino a la mente la palabra especismo, con la cual quiso visibilizar que no solo las personas sienten miedo y dolor.
Especismo: Es la discriminación de aquellos que no son miembros de una cierta especie o el favorecimiento injustificado de aquellos que pertenecen a una cierta especie.
En Ecuador, existen varias organizaciones que luchan a favor del antiespecismo y promueven el veganismo. Entre ellas están Movimiento Animalista Nacional del Ecuador (MAN), Activista por la Defensa y Liberación Animal (ADLA) y Libera Ecuador. Sofía Torres es activista y forma parte de Libera Ecuador. Ella es vegana y explicó que este estilo de vida es una tendencia internacional que ha crecido en los últimos 4 años junto con la preocupación por el cambio climático que existe hoy en día.
Según Sofía, uno de los motivos que tiene la gente al convertirse al veganismo es el impacto que tiene la indrustria ganadera en el medio ambiente. “El veganismo viene a ser un cuestionamiento político del sistema de producción que tenemos actualmente”. Sin embargo, aclaró que en Libera nadie está obligado a seguir este estilo de vida.
Juan José es el fundador del colectivo ADLA. También es vegano y para él llevar adecuadamente la dieta a base de plantas es fundamental.
A pesar de que dejó los productos animales de un día para otro, para Juan José siempre fue importante hacerlo de la manera correcta, por eso se informó mucho para hacer la transición al veganismo. “Es muy común que las personas que deciden, sea por motivos éticos, políticos, ecológicos, dejar de comer animales y sus derivados, no lo hacen bien y se enferman. El problema es que hacen quedar mal a la dieta vegetariana estricta que es la más saludable, me atrevería a decir, y deslegitiman, además, lo que supone el veganismo”.
Juan José también explicó la vinculación entre el veganismo y el antiespecismo.
Sofía Torres
Juan José Ponce
Sebastián Rodríguez, en cambio, es voluntario del Movimiento Animalista Nacional y ha sido vegano desde el 2016. Sus motivaciones para adherirse a esta ideología fueron: la empatía por los animales, el respeto a la naturaleza, el cambio climático y cómo este es potenciado por la explotación de los animales, la destrucción de las selvas, de los bosques y del agua.
Sebastián reiteró la postura que el veganismo va más allá de una dieta, que implica también despojarse de productos de aseo o incluso productos que han sido probados en animales como las medicinas, es por esa razón que es complicado ser 100% vegano. Además, explicó que el porcentaje de veganos es pequeño, incluso dentro de las organizaciones animalistas.
De estos tres testimonios, sus experiencias y las organizaciones que representan, emerge una clara divergencia. Existe, entre estos movimientos, una fractura ideológica que puede causar rivalidad entre las personas que tienen convicciones distintas. Las dos alas que existen son: la abolicionista y la reformista. Aunque ambas buscan la abolición, la metodología que utilizan es distinta.
El reformismo siguen un tipo de ideología que se enfoca en generar cambios graduales en un sistema. En el movimiento animalista/vegano las personas e instituciones que se orientan a esta rama son conocidas como bienestaristas. Usualmente aceptan que la sociedad siga utilizando animales, pero buscan maneras de reducir la crueldad hacia los animales no humanos, así lo explica Marta Tafalla, de la Universidad Autónoma de Barcelona. También, apelan a leyes que mejoren la calidad de vida de las criaturas y promueven la reducción de consumo de carne. Como los mismos miembros de esta línea lo definen: “buscan que las jaulas sean más grandes, no que dejen de existir”.
Los abolicionistas, también conocidos como revolucionarios, buscan la liberación animal en su totalidad. Como lo explicó Juan José Ponce, cuestionan el sistema y las políticas desde la raíz y su intención es abolir la esclavitud de los animales no humanos causada por los humanos. El abolicionismo es un enfoque más radical, que supondría “aplicar la prohibición de la esclavitud sobre los no-humanos mediante leyes y normas inquebrantables”, así lo explica El Vegano Radical, en su página web. Esta corriente puede ser muy crítica de los bienestaristas, puesto que juzgan su posición de ser más permisivos con el tema del uso de los animales. Los abolicionistas, entonces, “no buscan que las jaulas sean más grandes, quieren que no existan jaulas”. ADLA es la organización que lleva esta línea ideológica. Existen otras en el país, como Animal Libre.
Sobre la salud
Camila Villacís inició con una dieta vegetariana hace aproximadamente 8 años. Tiempo después dio el salto al veganismo y se ha mantenido en este estilo de vida por 4 años. Su hermana también es vegana y su familia las ha apoyado en esta decisión. Llevar una dieta a base de plantas, además, ha influido en la manera de alimentarse de sus padres. “En mi casa no se consume pollo, pescado, carne, ni pavo, solo lo hacen cuando salen”. Ella sostiene que estamos acostumbrados a ver a la comida como algo que nos engorda o adelgaza; sin embargo, no la vemos como el combustible que necesita nuestro cuerpo para ejecutar sus funciones de manera óptima.
Camila conoce la importancia de alimentarse adecuadamente, por eso, para ella es clave llevar una nutrición idónea y se ha ayudado de un profesional para lograrlo.
Camila ha vinculado gran parte de su veganismo con el aspecto ambiental. Para ella es crucial reducir el uso de plástico en la sociedad. Además, es parte de la organización Libera Ecuador.
Explicó que estas fundaciones necesitan voluntarios, gente que esté dispuesta a donar su tiempo sin esperar una recompensa económica. “Es cultural, la gente está acostumbrada a recibir algo de intercambio si va contribuir de alguna manera. Pero no se dan cuenta que el intercambio no es monetario, va mucho más allá”.
Durante estos cuatro años ella se ha preparado todas sus comidas y mencionó que para poder llevar una dieta a base de plantas es fundamental la organización.
Camila Villacís
Ahora bien, ¿es la dieta vegana suficiente para tener un estilo de vida saludable? La respuesta es amplia. Hay muchos ejemplos y testimonios que muestran que sí. Sin embargo, hay desventajas inseparables que acompañan a este tipo de dieta que, si no sabes solventarlas, puedan conducir a problemas de salud.
Así es como debe estar constituido un plato de comida para que tu cuerpo alcance la cantidad de nutrientes que necesita en el día a día:

La dieta vegana tiende a ser baja en calorías, grasas saturadas y colesterol, es por esa razón que las personas que siguen este estilo de vida tienen menos riesgos de sufrir problemas cardiovasculares, obesidad y diabetes tipo II. Según la Organización Mundial de la Salud, las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte a nivel mundial.
Los veganos consumen mayor cantidad de frutas y hortalizas, las cuales tienen más fibra, ácido fólico y antioxidantes, que son asociados con la disminución de colesterol en la sangre. De acuerdo a la página web de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, el colesterol malo puede acumularse en las paredes de los vasos sanguíneos y causar obstrucciones que resultan en ataques cardíacos.
Priscila Sánchez, nutricionista y vegana desde hace dos años, fundó el movimiento de alimentación saludable Green Revolution, el cual se enfoca en cambiar hábitos y estilos de vida y hoy en día se encuentra haciendo una maestría en Suiza. Sánchez sostiene que desde que inició con la dieta tiene mejores niveles de energía, mejor composición corporal y más músculo. “Soy deportista también y durante el tiempo que he sido vegana es el tiempo en donde más he podido definir músculos (…) Es algo que me sorprendió porque siempre se creía que para hacer músculo debías consumir aminoácidos, proteína en carne y demás”, indica. Añade que su colesterol ha bajado, que los niveles de glucosa en la sangres se normalizan y que la digestión “funciona increíble”.
De todas formas, existe una preocupación frecuentemente con respecto a este tipo de dieta: cómo suplementar algunos de los nutrientes que carecen las plantas. A diferencia de lo que se cree comúnmente, la proteína no es el nutriente más difícil de suplementar, puesto que este se encuentra en alimentos como las legumbres. El riesgo más común y del que más se conoce es el déficit de la vitamina B-12. Las plantas no contienen esta vitamina. Los vegetarianos, pueden encontrar este nutriente en los lácteos y huevos, sin embargo, los veganos carecen de una adecuada fuente de B-12. La deficiencia de esta vitamina puede producir síntomas neurológicos y psiquiátricos anormales como psicosis, desorientación, demencia, trastornos del estado de ánimo y dificultad con la concentración.
Para evitar esto, los veganos necesitan de una dosis de suplementos de B-12. Aquí en el país, la manera más sencilla de acceder a este producto es en farmacias, se lo vende libremente, pero es preferible que un nutricionista te recete una dosis adecuada.
Se dice que algunas plantas o comidas a base de plantas como las algas o el tempeh proveen vitamina B-12 suficiente; sin embargo, esto no ha sido comprobado, los análisis que se ha hecho en estos alimentos para detectar B-12 indican que lo encontrado probablemente son “análogos de vitamina B-12 que pueden estar inactivos o puede antagonizar la vitamina B-12 verdadera”, así lo explica el autor TJ Key.
Cristina Calderón – nutricionista
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